Shodō (書道) literalmente significa “el camino de la escritura” y la caligrafía a menudo se ha interpretado como “el camino de la vida a través de la escritura”. Este arte se originó en China y llegó a Japón alrededor de los siglos VI o VII. En ese tiempo, la caligrafía o shodo era una parte muy importante de la educación de la clase noble japonesa y mucho tiempo después se extendió al pueblo.
El shodō practica la escritura de caracteres japoneses hiragana y katakana, así como caracteres kanji derivados de la escritura china. Actualmente existen calígrafos maestros en este arte que son contratados para la redacción de documentos importantes.
Además de requerir una gran precisión y gracia por parte del calígrafo, cada carácter kanji debe ser escrito según un orden de trazo específico, lo que aumenta la disciplina requerida a quienes practican este arte.